Ir al contenido 
Bienvenidos de nuevo a una nueva ruta de senderismo hoy nos encontramos en Aldeire, una ruta de senderismo muy fácil de andar y muy bonita, con unas vistas impresionantes sobre Sierra Nevada, y unos paisajes estupendos. También desde aquí me gustaría contaros que fue lo que nos pasó durante la ruta ya que tuvimos un mal rato.
Íbamos por la ruta tranquilamente disfrutando de los paisajes, cuando vimos pasar un todoterreno de color gris. Hasta ahí todo bien. Seguimos andando durante un buen rato (aproximadamente 20 minutos) y nos percatamos de que, a nuestra derecha, hay una cabra montesa muerta muy muy reciente, ya que no tenía ni moscas ni olía mal (os hablo que serían las 12 de la mañana más o menos, así que imaginaos). La cabra se encontraba justo en el carril por donde paseaban los senderistas. Nos acercamos a verla, ya que no es común ver una cabra montesa con unos cuernos tan grandes. Era preciosa. Nosotros, inocentemente, pensábamos que se había caído, la habían pillado o algo así… Nos quedamos mirándola, cuando de repente bajó el coche gris que nos cruzamos hace 20 minutos y un todoterreno negro por detrás, de manera que, entre ambos coches intentaron que el cuerpo del animal no se viera. Cogimos el móvil para sacar una foto y nos miraron con muy mala cara, se notaba mucho que no les gustó nada que hiciéramos eso, y poco después entendimos el por qué. Cuando comenzamos de nuevo a andar para seguir con la ruta, pudimos ver como sacaban unos guantes y se los ponían. Estaba claro que ya iban preparados para algo. Pocos minutos después nos encontramos con un grupo de senderistas y le comentamos la escena vivida. Nos comentaron que era muy extraño, ya que ellos también habían visto los vehículos y ninguno de ellos tenía apariencia de ser guardas forestales. Nos quedamos con ellos un rato conversando por si pasaba algo, hasta que decimos retomar la ruta que seguía por un carril desde donde se podía ver camino donde estaba la cabra, ya que estaba justo encima. El grupo de senderistas que nos encontramos iban hacia donde estaba la cabra, y desde arriba pudimos ver que ya no se encontraban los coches, por lo que les preguntamos que, si seguía allí el cuerpo, ya que nos temíamos lo peor. Y efectivamente, nos respondieron que se llevaron la cabeza y dejaron su cuerpo allí tirado. En ese momento sentimos una gran impotencia, de cómo alguien le podía haber hecho eso a un animal indefenso, cortarle el cuello con esa frialdad, y dejar su cuerpo abandonado como si no hubiera pasado nada… Desde aquí me gustaría que, si alguien ve una escena similar, llamen al siguiente número que es gratuito y os pondrán en contacto con el seprona 11811.
Aparcaremos en la plaza de la constitución de Aldeire, encontraremos aparcamiento fácil. Atravesaremos el pueblo hasta llegar al principio de la ruta donde veremos un cartel de inicio de ruta al principio iremos por un lado de la carretera hasta llegar al area recreativa donde ya comenzaremos la pequeña vereda y nos encontraremos con el puente colgante muy bonito y varios puentes de pidra que hay que ir pisando de piedra en piedra muy muy bonitos. Os recomiendo no perder de vista nunca Sierra Nevada por que es preciosa la vista que tendremos, seguiremos por el camino marcado en el track con varias subidas que se llevan muy bien hasta que llegaremos a la junta de los ríos (Un poco antes de esa zona es donde pasó lo mencionado arriba) es muy bonita esa zona para sacar fotografrías seguiremos subiendo una pequeña cuesta y nos encontraremos con la fuente de Valentine es una fuente rica en hierro que podréis comprobarlo por el color que deja a su alrededor mas adelante nosotros paramos a comer un poco en el primer sitio que pillamos desde ese momento ya podremos ir fijandonos en ver el Castillo de la Caba es increible por que hay un cristo que desde lejos parece una cruz el siguiente sitio que visitaremos será el castillo que coserva una parte de su muralla y un aljibe es uno de los castillos mejor conservados de la zona. Según dicen el castillo fue construido entre los siglos X y XI. El castillo tiene una leyenda que os la pondré aquí abajo para la gente que le interese.
Cuenta la leyenda que el gobernador visigodo de Septem (la actual Ceuta), el noble Olian, envío a su hija doña Florinda, a la que luego apodarían los árabes ‘La Caba’, a la corte de Toledo para que fuera educada. Otras versiones señalan que fue el rey Don Rodrigo quien alejó al padre a territorio fronterizo.
Este último rey visigodo estaba enfermo de sarna, y eligió a la bella Florinda entre su real corte con el fin de que ejerciera de enfermera y limpiase sus heridas con un alfiler de oro. La muchacha, con delicadas manos, hacía su trabajo con tal finura que pronto las heridas producidas por el infeccioso ácaro mejoraron notablemente. Su figura no pasó inadvertida para el monarca, a quien la joven, además, le despertó los más bajos instintos, ideando un plan para vencer su posible resistencia.
Don Rodrigo preparó un viaje de inspección por las tierras del Sur con el pretexto de comprobar que las defensas del reino estaban seguras. Salió de Toledo con destino a Sevilla, pero antes de dirigirse a la capital andaluza pensó en el castillo cercano a Acci (Guadix) para dar rienda suelta a sus lujuriosas intenciones. Se desvió de su camino y ordenó al capitán de su escolta que acompañara a Florinda hasta el castillo, con la excusa de que era la única que sabía aliviar los terribles picores sarnosos. A pesar de las objeciones de la bella, finalmente tuvo que ceder ante la amenaza de devolverla con su padre a Ceuta.
De nada sirvieron los llantos y súplicas de Florinda ante el ataque de Don Rodrigo que pudo consumar su plan y que destrozó la honra de la joven, dejándola recluida en el castillo mientras continuaba su campaña como nuevo rey.
La joven consiguió contar lo sucedido a su padre a través de un comerciante de sedas que pasó por la localidad con destino al norte de África. No tardó el padre en rescatar a su hija del castillo de Aldeire ayudado por algunos herederos del antiguo caudillo visigodo Witiza, desterrados por don Rodrigo. Don Julián juró venganza eterna y a fe que lo cumplió si se hace caso a la leyenda de su traición.
La leyenda incluye un soborno al soldado que la custodiaba con la promesa de entregarle un fabuloso tesoro cuando fuera liberada. Cierto es que la joven cumplió su promesa con el soldado entregándole un fabuloso tesoro, aunque este poco pudo disfrutarlo pues después de enterrarlo cerca de un joven castaño a la ribera del río Benéjar para que nadie supiera de él, perdió la cabeza y se olvidó donde lo guardó, algo en lo que, según las malas lenguas, tuvo mucho que ver el agua del lugar.
Otra versión sitúa esta leyenda en un torreón junto al río Tajo, en Toledo. Cuentan que Don Rodrigo vio bañarse a la bella hija del conde Don Julián que había salido con sus doncellas por los jardines de su residencia y no se había percatado del rey mirón. La visión de la bella joven enloqueció al monarca que se obsesionó con ella y acabó forzándola. Hay quien afirma que en la torre se ve, en noches de luna llena, el espectro de la desdichada joven.
FUENTE: GranadaHoy
